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Efectos del sol en la piel
Si te fijas, tras unas vacaciones tu piel tiende a verse opaca ¡porque es muy fácil que se haya deshidratado! En efecto, el sol no solo daña tu piel envejeciéndola de manera prematura, sino que una única exposición poco cuidada puede ser suficiente para que tu piel pierda parte de la humedad que necesita retener entre sus células.
Definitivamente, salvo exposiciones controladas para ciertas enfermedades dermatológicas, sol y piel son una mala combinación.
¿Cómo debes cuidar la piel después del sol?
Partimos de la base de que te vas a proteger con un buen filtro solar, adaptado a tu tipo de piel y de que vas a repetir su aplicación cada dos horas o tras cada chapuzón. ¿Es esto suficiente para cuidar tu piel de los efectos negativos del sol? No, además del filtro solar y una dieta rica en antioxidantes, existe una rutina de cuidado tras la exposición. Cuida tu piel desde hoy o lo puedes lamentar antes de lo que imaginas.
Hidrátate por dentro y por fuera
Cuando te expones al sol, bien sea por el calor, bien porque realices algún deporte, es normal sudar más. Tu piel pierde agua que debes reponer bebiendo suficiente agua o zumos, pero también con hidratación externa.
Lo ideal es que te apliques una crema hidratante después de tomar el sol especial para tal uso, pues suelen ser más humectantes, pero en caso de apuro puedes utilizar tu body milk preferido o aplicarte un aceite vegetal sobre la piel húmeda, justo al salir de la ducha.
No obstante, los productos aftersun son la mejor opción porque incluyen activos calmantes y reparadores. No son cosméticos para reparar quemaduras, sino para evitar la deshidratación natural de la piel expuesta al sol en temporada de calor. Recuerda que hay formulaciones específicas para el rostro, pensadas sobre todo para las personas de piel sensible o de fenotipo claro.
Utiliza productos para después del sol y sigue cuidándote
Siguiendo con el cuidado de la piel tras el sol, no te quedes en el aftersun. Si pasas una temporada de vacaciones conviene que prepares la piel con algún suplemento específico y que durante tus vacaciones te asegures un buen aporte de vitaminas C y D.
El cuidado de la piel expuesta al sol requiere de exfoliaciones suaves, pero periódicas para eliminar las células muertas de la piel que impiden al aftersun y a tus cremas hidratantes penetrar y difundir correctamente. Los exfoliantes eliminan ese aspecto opaco de muchas pieles bronceadas.
Todavía queda un paso más en tu guía sobre cómo cuidar la piel en vacaciones: no te olvides de la nutrición. El verano invita a utilizar emulsiones ligeras, pero si expones mucho tu piel a las radiaciones ultravioleta, el agua de mar y el cloro de las piscinas, probablemente no solo pierda humedad, sino también lípidos. Aunque te parezca contraproducente, mientras disfrutas del aire libre y las horas de sol bien protegido, debes asegurarte de nutrir tu piel para darle lípidos.
Hay productos específicos para el cuidado postsolar que te aportan todo en un solo paso, aunque no es mala idea tener a mano ese aceite vegetal que comentábamos para un apuro, pero usado en este caso antes de irte a dormir, con la piel seca, con la ayuda de un suave masaje. Insiste en zonas como rodillas, empeines y talones.
Tan importante como proteger la piel del sol es hidratarla y nutrirla por dentro y por fuera. A veces cometemos el error de pensar que la crema hidratante para después del sol lo soluciona todo y no suele ser así. En la playa o en la montaña, ten presente cómo nutrir la piel después del sol con un paso adicional, posterior al cuidado inmediato al llegar a casa. Puedes hacer de este paso extra un momento de relax si eliges fórmulas con perfumes de tu agrado.