Rutina de limpieza facial: los pasos clave para una piel limpia y bonita

Hay muchas maneras de llevar a cabo una rutina de cara, pero suele ser más completa la que se realiza por la noche. Y aunque no necesitas realizar tantos pasos como muchas mujeres coreanas, el orden de limpieza facial es importante, por eso vamos a explicarte cómo se procede de manera general. 

Ten presente que debes utilizar productos adecuados a tu tipo de piel y que, si fuera necesario, los pasos de tu rutina facial pueden incluir productos de tratamiento contra el acné o las rojeces de la piel.

¿Por qué debes tener una rutina de limpieza facial?

La limpieza diaria, bien realizada y con productos adaptados a tu tipo de piel, ocupa el primer lugar entre los pasos de belleza facial. Poco importa que uses cremas caras, si no liberas de impurezas tu cutis al menos cada noche (lo ideal es hacerlo al levantarte y antes de acostarte) tu rostro va a lucir apagado, enrojecido o con imperfecciones.

Fíjate en que estamos hablando de repetir la limpieza dos veces al día, una vez solo en caso de pieles extremadamente delicadas o si un día te has despistado. Está claro que, para que una rutina de limpieza facial sea una aliada de la salud de tu cutis, debe hacerse con productos suaves. No te confundas, hay limpiadores profundos, especiales para cutis adolescentes y muy grasos, que a la vez son respetuosos. No obstante, para que la limpieza no arruine todo el ritual de cuidado de la piel, debes elegir siempre los productos adaptados a tu tipo de cutis: grasa, normal o seca; sensible o normal; con acné, con rojeces, con algún tipo de problema en la piel como la dermatitis seborreica y la dermatitis atópica, etcétera.

Pasos básicos para una buena rutina facial de limpieza

Ahora sí, vamos con el orden de la rutina facial general, señalando dónde incluir productos específicos en caso de necesitarlos.

Desmaquillado

Primer paso en toda limpieza facial, que solo deberías realizar de noche. Aunque existen productos que en un solo paso eliminan el maquillaje y limpian el cutis, lo ideal es retirar la mayor cantidad de maquillaje con un producto especial, que nos asegure que la limpieza del paso siguiente es completa.

Para ello puedes emplear emulsiones o las socorridas aguas micelares. Recuerda que las aguas micelares también se formulan en diversas versiones, para ser perfectas a cada tipo de cutis. No obstante, al tratarse de un producto suave, en caso de apuro puedes usar una minitalla de viaje para pieles normales, siempre y cuando tu rutina facial siga el orden de hidratación posterior completo.

Limpieza

Con la piel libre de maquillaje, pasamos a eliminar restos de contaminación o sudor que se hayan acumulado en el cutis, junto con células muertas. 

Dispones de un sinfín de productos con diferentes texturas para este paso vital en tu rutina, pero recuerda que la exfoliación diaria solo se puede realizar con productos muy suaves. En otro caso, un día a la semana sustituye tu limpiador habitual por un limpiador exfoliante o añade la exfoliación como paso posterior a la limpieza.

Tónico

El uso del tónico es opcional en una rutina de belleza sencilla, pero la influencia oriental ha desplazado buena parte de los tónicos que conocíamos por fórmulas que incluyen principios tratantes, por lo que es una pena prescindir de este paso que solo te lleva usos segundos. Para que tu tónico penetre mejor en la piel, da suaves toques con las yemas de los dedos durante unos 20 o 30 segundos.

Sérum

Casi la totalidad de los sérums se aplican antes de la crema de día o de noche pero siempre tras el tónico. En los casos raros en que no se proceda así, las instrucciones del producto te lo indicarán.

Hidratación

Llega el momento de hidratar y nutrir tu piel, bien sea con una crema o un fluido, bien con un aceite. En el caso de que añadas una mascarilla a tu rutina uno o dos días a la semana, la aplicarás tras la hidratante si es una mascarilla humectante o calmante, pero justo tras la limpieza si se tratase de una mascarilla purificante.

 

Aunque el uso de agua y jabón resulte muy cómodo, tu piel necesita más cuidados. Una buena rutina de limpieza facial no necesita tener muchos pasos ni tiene por qué llevarte más de un par de minutos. ¿Vas a renunciar a sus beneficios por pereza?

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